Entrevista con Lucía, ella enferma de artrosis y cuidadora de su marido enfermo de Alzheimer desde hace más de 6 años.
Lucía nos recibe en su casa de Alcorcón mientras una de nuestras auxiliares se ocupa de su marido Antonio, realizándole las tareas de aseo personal y movilización.
Lucía nos cuenta cómo era su vida antes de que diagnosticarán a su marido Alzheimer. “Salíamos todos los días por la mañana temprano a desayunar fuera y a dar nuestro paseíto, nos encantaba madrugar a los dos, éramos un matrimonio muy feliz». Antonio empezó a tener pequeños despistes, como dejarse las llaves en casa cuando salíamos, se desorientaba con facilidad, olvidaba pagar en el bar donde tomábamos café…. En un primer momento pensé, que dichos despistes eran fruto de la edad. Pero la alerta saltó un día cuando íbamos de camino a nuestro pueblo que está a 30km. y es un recorrido que habíamos hecho cientos de veces, se despistó de tal manera que nos perdimos totalmente . Le pregunté que le pasaba, paró el coche y me respondió que no sabía que estaba perdido.
Fue en ese momento cuando Lucía comprendió que algo grave estaba pasando, decidieron acudir al médico de familia y éste automáticamente les derivó al neurólogo, tras distintas pruebas, fue diagnosticado de Alzheimer.
“En este momento se nos vino el mundo encima” nos cuenta, yo me vi sola ante una enfermedad que apenas conocía y sin saber qué hacer ni dónde acudir para pedir ayuda, pero la enfermedad no daba tregua e iba avanzando a pasos agigantados.
Empezó a buscar en internet, para intentar entender que era lo que realmente le pasaba a su marido, de esta forma contactó con la Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer, han sido ellos con sus experiencias, todas diferentes pero con un denominador común (esa maldita enfermedad) los que le han enseñado a sobrellevar su día a día. Una vez al mes se reúnen en la asociación todos los cuidadores para contar sus vivencias y aportarse unos a otros conocimientos y apoyo. Para lucía ha sido un gran apoyo y nos habla de la importancia y de la gran labor que están haciendo.
A través de dicha asociación, contactó con nuestra empresa y desde hace años les prestamos servicio de aseo, movilización y ayuda en las tareas del hogar.
. “Aprendí sobre todo que ser cuidador requiere templanza, paciencia, conocerte bien y cuidar de ti mismo para poder dar todo lo que este tipo de enfermos necesita”