Aprender a ser feliz una gran tarea que tenemos pendiente.
La felicidad, bendita utopía, cuantas veces hemos dicho a los demás y nos hemos repetido a nosotros mismos “hay que ser feliz”.
¿Pero dónde está la pócima que te ayude a conseguirlo? No la busques, no existe.
Pero sí que existen herramientas que debemos saber gestionar para poder superar los acontecimientos adversos que en la vida te vayan sucediendo.
Vivimos tiempos difíciles tanto a nivel colectivo como individual, en los dos últimos años nos han sucedido cosas impensables y que no podíamos ni imaginar.
Una pandemia mundial, una nevada que paralizó el país durante varios días, la erupción de un volcán de nuestros compatriotas de la Isla de la Palma y una maldita guerra a menos de tres mil kilómetros, donde cada día vemos imágenes desgarradoras.
Efectivamente todo esto no ayuda, sin contar la vida personal de cada uno de nosotros, perdidas familiares, enfermedades, escasos recursos económicos, etc.
Los pesimistas se recrean en todo esto y dicen, “con todo lo que nos está pasando“, ¿Hay alguna razón para ser feliz?”
Los optimistas, aseguran “es lo que hay y ya vendrán tiempos mejores “, pero ni lo uno ni lo otro es lo razonable, hay que ser conscientes de la realidad y aprender a gestionar todas las emociones, sobre todo las negativas.
Es fundamental aprender a gestionar nuestras emociones de lo contrario estaremos abocados a terminar en una depresión, de la que aseguro es muy complicado salir.
No hace mucho escuché a un reconocido psiquiatra, Don Enrique Rojas decir, que para ser feliz, tenemos que hacer todo aquello que más nos guste y por supuesto en cada persona son cosas diferentes. La felicidad no depende de la realidad, sino de la gestión que hagamos de ella.