La OMS define la diabetes como una enfermedad crónica, que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.
El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre).
La insulina es una hormona que produce el páncreas, su función principal es la de regular la cantidad de azúcar o glucosa en la sangre.
Cuando la glucosa entra en nuestro organismo llega a las células, y la transforma en energía.
Está energía es la que nuestros músculos y nuestros tejidos utilizan para su correcto funcionamiento.
Las personas con diabetes no metabolizan de forma correcta la glucosa, y está se acumula en la sangre de forma que los tejidos no reciben la cantidad que necesitan.
El exceso de azúcar en la sangre (hiperglucemia) puede ser bastante perjudicial para algunos de los órganos del cuerpo, como el corazón o los riñones.
Los tipos más comunes de diabetes:
Diabetes tipo 1:
Entre el 5% y el 10% de las personas con diabetes en el mundo padecen este tipo de diabetes y tendrán que administrarse insulina a diario.
Este tipo de diabetes suele aparecer a edades tempranas o durante la infancia.
Los síntomas de la diabetes tipo 1 pueden aparecer de forma repentina, en solo unas semanas.
Diabetes tipo 2:
Este tipo de diabetes suele ser la más común, y sobre todo suele aparecer con la edad, el exceso de peso y el sedentarismo. Aunque también tiene mucho que ver la genética.
Una persona tiene más probabilidad de desarrollar diabetes de tipo 2, si no se mantiene físicamente activa o tiene sobrepeso u obesidad.
Los síntomas no suelen ser tan evidentes como en la diabetes de tipo 1, e incluso no pueden aparecer síntomas.
Diabetes gestacional:
Es un tipo de diabetes que aparece durante el embarazo, causada por los cambios hormonales , factores genéticos y otros factores del estilo de vida.
Las personas son antecedentes de diabetes familiares, o sobre peso, tienen más posibilidades de desarrollar diabetes durante el embarazo.
Algunos de los síntomas de la diabetes:
. Aumento de la sed
. Ganas de orinar constantemente
. Aumento del apetito
. Fatiga
. Hormigueo en las manos o los pies
. Visión borrosa
. Pérdida de peso sin razón aparente
Es recomendable acudir al médico a realizarse un chequeo, si nota algunos de estos síntomas.
Diagnosticar a tiempo cualquier enfermedad puede prevenir complicaciones y riesgos.
El contenido de esta publicación son consejos, que en ningún caso sustituye las pautas de un profesional.